lunes, 24 de junio de 2019


                           SISTEMA DE PROTECCIÓN ESTUDIANTIL

        La escuela es un espacio colectivo. Convergente y concurren en aquellas personas de diversas culturas, religiones, costumbres y valores, distintos rasgos físicos, personalidades y comportamientos totalmente distintos. Por eso la importancia de aprender a convivir. Para aprender a convivir con tanta diversidad, es fundamental valorar, respetar y reconocer la diversidad y las diferencias. Nadie escoge con quien trabaja o estudia en una escuela. Pero allí están, juntos y juntas, todos los días. Por ejemplo, un niño católico y un niño evangélico en el mismo salón. El católico cree que su religión es la mejor y el evangélico cree que la suya es la mejor. La escuela deberá ser el espacio para que, por ejemplo, el niño católico aprenda a respetar la religión evangélica, sin burlarse o descalificarla y el niño evangélico respete la decisión de una familia a ser católica, sin cuestionarla. Y es así con todas las diferencias: el joven andino con el joven oriental, la muchacha del barrio con la muchacha de una urbanización, un hijo de europeo compartiendo con un afro venezolano, la niña ciega con la niña que ve.
 Para eso es la escuela. El maestro Prieto insistía en la obligatoriedad de la educación para todos y para todas como un acto colectivo y deber indeclinable del Estado para garantizarla, porque lo que un hogar no hace, lo debe hacer la escuela, el daño que, por ejemplo, una mala comunidad pudiese hacer, lo debe poder corregir la escuela y lo que se hace en la escuela debe poder cambiar a esa comunidad. Por ejemplo, el hijo blanco de un racista debe aprender a convivir con personas con otro color de piel, ¿Dónde?, en la escuela; el hijo de un chavista discutiendo abierta, francamente y sin odio, con la hija de una persona que se opone al chavismo, ¿Dónde?, en la escuela. Es su deber.
                                                 EL DEBER INCLINABLE
        El Estado en la formación integral de sus ciudadanos y ciudadanas (Art. 102, CRBV).  
La educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El estado asumirá como función indeclinable y de máxima interés en todos sus niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es un servicio público y está fundamentado en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidario en los procesos de transformación social consustanciado con los valores de la identidad nacional, y con una visión latino americano y universal. El estado, con la participación de la familia y la sociedad promoverá el proceso de formación ciudadano de acuerdo con los principios contenidos en esta constitución y en la ley.

 Las escuelas y sus docentes son estados. La escuela como espacio de tregua y de encuentro. Allí es donde los educadores y las educadoras, sean docentes de aula, coordinadores, coordinadoras directores o directoras No pueden romper este  código ético. Los niños, las niñas, adolescentes y jóvenes como prioridad absoluta e interés superior para la toma de decisiones y para las acciones, no pueden ser vulnerados o vulnerados en sus derechos,
 En su derecho a vivir en una escuela en donde se le enseñe, se le cuide,  se le proteja, se le respete, se le ame y se le reconozca. Cada maestro y cada maestra deben estar consciente de su papel equilibrado de diferencia y formador  por y para la convivencia. Por ejemplo, una niña de un colegio de monjas (de solamente niñas), llama a su mamá, que es chavista, con mucha angustia porque las profesoras las van a sacar a la avenida a  protestar contra el gobierno, le dice la niña a su mamá “yo voy porque mi profesora va y me da miedo que la agarre conmigo si no voy”. Los profesores y las profesoras saben que pueden tener ese poder, en la política, en la cultura, en la religión, en las creencias,
 Pero también saben que no lo deben hacer, es un código de ética  básico que todo  docente debe cumplir. ¿Una directora en una institución educativa privada que pone a los y las estudiantes a cantar el Himno Nacional sentados y con la bandera al revés, no está quebrantando toda la ética y la moral educativa?. Por eso, todo el personal directivo, docente, administrativo y obrero de una institución educativa en todos sus niveles y modalidades, tanto públicas como de gestión privada, no pueden perder la perspectiva de su papel a asumir, social y cultural para enseñar a vivir en paz y en convivencia, sobre todo en una patria que es de hecho, de derecho y de justicia, democrática, multiétnica y pluricultural. Es biosociodiversa    la Educación Básica se persigue el desarrollo integral de los alumnos a través de la Formación de hábitos y formas de comportamiento de los mismos, a fin de propiciar un mejor ajuste con su ambiente familiar, social y natural. Se trata de formar una personalidad con la interiorización personal de valores básicos para la vida y para la convivencia, una convivencia en el ámbito democrático donde sean posibles el encuentro y el entendimiento, desarrollando entre todos un mundo más humano, esto es, la construcción de una cultura democrática, lo cual remite a la formación del ciudadano participativo, un ser capaz de cooperar, dialogar y ejercer sus responsabilidades; un ciudadano que además de poseer unos derechos, también ejerza unos deberes, ya que democracia significa demos, y pueblo significa gente unida en torno a unos valores comunes                                                             

LAS ESCUELAS DEBEN SER REFERENTES DE LA EDUCACIÓN EN, POR Y PARA LA PAZ. DEBEN HACER LA DIFERENCIA,     
INICIATIVA INTERCEPTORIAL E INTER INSTITUCIONAL QUE BUSCA LA CONCURRENCIA Y LA SINERGIA PARA BORDAR DE MANERA INTEGRADA E INTEGRAL LA SATISFACCION DE LAS NECESIDADES HUMANAS.                               
       Para crear desde nuestras instituciones educativas, ciudadanía, cultura de convivencia, solidaridad, bien común y compromiso social; respeto a la vida y al ambiente; amor y estima a sí mismos, a sí mismas y a los y las demás; valoración y disfrute por la vida y por el aprendizaje; respeto al trabajo en colectivo, al ejercicio de una comunicación permanente y promover un clima escolar caracterizado por la convivencia y la paz.  La educación es indispensable para-construir y reconstruir el conocimiento aceptado socialmente permite la expansión de las ideas y propósitos del poder como expresión del control social. En esa dimensión la educación es un hecho político que puede ser orientado para la legitimación social. Aunque las posibilidades de críticas al orden establecido requieren de la educación como proceso socio histórico y forjador de conciencia social. Ambas dimensiones, la crítica y la legitimación o reproducción, forman parte de la educación como hecho político. En la lucha político ideológica que se ha llevado a efecto por el control de las orientaciones del poder en el campo de la Educación Preescolar, se colocaron de lado los propósitos de la formación de la población escolar en la construcción social de los conocimientos y en la Consolidación de una diversidad cultural, de y para, la productividad.
   La producción social de conocimientos es posible hacerla si se rescata la idea que la Educación debe ser asumida por la sociedad en la que actúan los agentes educativos en la formación del ser y la conciencia social. Reinsertar a los sectores sociales en la diversidad cultural, asumida como meta nacional, requiere armonizar la educación con las fortalezas y debilidades que exhiben las
Particularidades naturales y culturales de cada región venezolana En la participación, por el contrario, se encuentra un sujeto activo, protagonista en la toma de decisiones
en la historia local y que aporta propuestas de solución a problemas personales y/o comunitarios. Es el venezolano en su entorno social inmediato que reacciona como protagonista de la historia comunitaria y Regional en un contexto de diversidad cultural. Más adelante, el autor ya citado, define la participación Como:
...una práctica social y, en particular es una práctica cultural que tiende a incidir en las acciones y las Actividades humanas y sociales que realiza el sujeto cotidianamente y a través de las cuales los hombres Actualizan o construyen los procesos de su naturaleza humana, o sea sus necesidades... [Además Participar significa:] realizar el trabajo de dirección (toma de decisiones), al igual que el trabajo de Ejecución, que son procesos de su naturaleza humana que le exigen dinamizar el resto de procesos de la Misma (procesos cognitivos; ...emotivos; ...de sentimientos superiores: morales, estéticos, intelectuales y religiosos; proceso de comunicación: oral, escrita, etc; procesos prácticos sociales: intelectual y manual de dirección y de ejecución; procesos socializantes: trabajo individual y trabajo de colaboración social y Procesos físicos).
      La participación permite a cada ciudadano la posibilidad sinérgica de ser sujeto activo en la toma de Decisiones que lo involucran a él y a los factores, eventos y procesos de su entorno comunitario .Con el planteamiento de la sociedad educativa, humanística, productiva y constructora del conocimientos trata de establecer que la educación es indispensable para la formación de los valores, hábitos, costumbres, actitudes, creencias, capacidades y habilidades de los hombres y mujeres, que en
conglomerado de intereses y expresiones culturales forman la sociedad. Y para ello se han de tomar encuenta los avances y descubrimientos en el campo de la comunicación, información, en las ciencias y en las tecnologías, los avances en el campo de la enseñanza, el aprendizaje, en la formación del talento y la creatividad, entre otros, los   proyectan una influencia que hace obligar dimensionar la educación y determinar los propósitos generales de la sociedad que queremos, ya no sólo bajo el influjo
de los paradigmas e idearios políticos del postmodernismo, sino propiciando un acercamiento efectivo de los agentes de socialización y educación como primera fase .Todo propósito educativo busca fortalecer la formación de los seres humanos para la convivencia social, la misión de la educación será educar integralmente. En la educación integral, la formación del ciudadano participativo corresponde a la dimensión social del individuo, visto como ser social por naturaleza y orientado a vivir en comunidad, esto es, la educación debe cultivar valores dirigidos a lograr la convivencia entre los seres humanos, tales como la solidaridad, el respeto, el diálogo, la responsabilidad, la autonomía, la libertad, lo cual implica el desarrollo de una nueva cultura, la emergencia de una racionalidad holística, es concebir el mundo globalmente interconectado, significa atender el desarrollo de la interdependencia en el niño, en el sentido de que el ser humano reconoce la existencia como una vasta red de reciprocidad entre él y toda la creación El desarrollo de este proceso debe estar presente en todos los esfuerzos educativos de la sociedad, en el entendido de que el proceso educativo debe responder al paradigma del ser humano a que aspire la sociedad, lo que le confiere a la educación un doble papel. Por un lado, cumple una función formadora del ser social



                    

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